Cuando los docentes nos ponemos a preparar nuestras clases, consultamos múltiples fuentes ¿Qué sería de nuestra formación sin ella? Enriquecen nuestros conocimientos y amplían las oportunidades que tenemos de dar un valor añadido a nuestros alumnos en el proceso de su aprendizaje.
Las alumnas del Certificado de Gestión Integrada de RRHH acaban de finalizar una unidad que recoge la importancia del archivo, de los documentos en la actividad de cualquier organización, su correcta clasificación, la seguridad en los accesos. Pero… hay más ¿alguno/a de vosotros/as se ha parado a pensar la cantidad de archivo que generamos en nuestras vidas? Desde el registro de nuestro nacimiento, el empadronamiento, exámenes, impuestos, fotografías, grabaciones…
En nuestra vida cotidiana y/o laboral no somos conscientes hasta que nos juntamos con carpetas, montones de papeles… porque el archivo se va generando de forma tranquila, silenciosa, pero no caemos en la relevancia que tienen.
Gracias a su custodia, conservación y cuidado por instituciones y profesionales es que hoy podemos saber cómo se organizaban las empresas hace 100 años, cuál era el censo de cualquier municipio, que carteles de fiestas (ahora que estamos ya inmersos en el verano) había en un año concreto para una localidad concreta, fotografías de como se vivió en el Madrid de la Postguerra y las que atestiguan la conocida Movida madrileña. Registros de entradas de menores abandonados en la Inclusa, hasta las autorizaciones y registros de ascensores y otros aparatos elevadores en la Comunidad de Madrid…
Todo esto y más se encuentra en un tesoro, el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, al que mis alumnas y yo tuvimos el privilegio de visitar la semana pasada con motivo del temario en el que nos encontrábamos. Y hablo de privilegio no porque sea exclusivo, dado que cualquier madrileño puede acercarse a disfrutar de auténticas reliquias de forma libre y gratuita, lo digo porque pudimos contar con una archivera como guía, excepcional y entusiasmada con su trabajo, que hizo de la visita un nicho de aprendizaje y descubrimientos, recorriendo con ella las entrañas de esta institución, donde algunas de las alumnas disfrutaron como enanas.
Este archivo, entendido como institución, custodia documentos generados por el Gobierno y la Administración autonómica madrileña en las fases de archivo intermedio e histórico ¿Esto que quiere decir? Que de alguna manera descargan a las administraciones de espacio para pasarlo a un fondo o archivo de documentos que pueden ser consultados, pero con menor frecuencia. Y cuando hablamos de histórico se trata de documentos de más de cincuenta años con carácter general, aunque algunos por su relevancia pasan a ser históricos a los 20 años de haberse producido.
Y… ¿Alguien recuerda que hasta 1983 Madrid no era Comunidad Autónoma sino Diputación Provincial? Pues este archivo también está custodiado en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.
También llegan a formar parte de sus fondos, archivos y documentos a través de donaciones, subastas, compra, legado… todos ellos llegan a este archivo a través de su muelle. Preparado para
inclemencias y con medidas de seguridad extremas (mejor no hablamos de los miles de kilos que pesa la puerta para su acceso que con estos calores es para desmayarse ;P).
El complejo de edificios que lo conforman es nada más y nada menos que el antiguo complejo de “Águila”, sí la cerveza. Por lo que es testimonio histórico hasta su continente, no solo su contenido. Manteniendo en la restauración, desde su letrero y emblema hasta sus fachadas, aprovechando el ladrillo de uno de los edificios, los que constituían las residencias de los operarios y sus familias, para no romper con lo que se llegó a llamar “estilo español”, una reinterpretación de los estilos occidentales en arquitectura, pero con perspectiva musulmana. Son esas construcciones de ladrillos que nos encontramos en el Museo del Ferrocarril, antiguos colegios religiosos como por ejemplo el de Nuestra Señora de Sta. Rita en el Barrio de Carabanchel, emblemático estilo que podemos observar en barrios madrileños como Tetuán, la emblemática Plaza de Toros de las Ventas…
Solo con decir que son 85 Km en línea recta lo que suma todo el archivo custodiado, nos podemos hacer una idea de la relevancia de este. Y por su puesto su antigüedad, dado que se albergan archivos fechados en su mayoría entre 1235 y 2009.
Por descontado, las condiciones de mantenimiento, control y conservación físico y lógico del archivo son minuciosos. Muy estudiados en cuanto a iluminación, humedad, estanqueidad, limpieza, ventilación…
Pudimos ver de primera mano la variedad de soportes que contiene el archivo: fotografías, microfilms, cartografía, discos duros, Dvd´s cartelería, postales… Todo debidamente codificado, con su número de expediente y referencias tanto internas como externas, para que una vez hecha la copia solicitada o el préstamo para su consulta, como dicen a los niños en el colegio “a guardar a guardar cada cosa en su lugar”.
¿A qué servicios podemos acceder como ciudadanos?
- Información sobre el fondo documental que poseen.
- Conocer las condiciones de consulta.
- Hacer consultas directas a documentos de libre acceso.
- Apoyo en la búsqueda de documentos a los usuarios cuando no es posible la consulta directa.
- Préstamos de originales temporalmente y envío de reproducciones digitales con fines administrativos o para exposiciones.
- Reproducciones de documentos que estén permitidos.
- Biblioteca auxiliar.
- Visitas guiadas.
Recuerda que los archivos nos ayudan a conocer lo que somos y a tomar consciencia de dónde venimos y a ayudarnos a construir nuestro futuro.
¿¡Aún te lo estás pensando!? Pues no tardes mucho, merece la pena. Además si la visitáis en grupo con cita previa, os espera un secreto en la 6ª planta que solo os lo revelará el guía si os portáis bien. Pincha aquí si queréis curiosear acerca del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.
Y si os gusta el tema del archivo, os dejo un enlace de la Comunidad de Castilla y León que puede llevaros a pasar un buen rato en familia o con amigos. ¡Entra y disfrútalo!
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