Sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor .VS. Sistema de depósito, devolución y retorno (SCRAP Vs SDDR)

Cuando se habla de la gestión de residuos, sobre todo de la gestión de envases, muchos de mis alumnos y muchas de las personas con las que hablo me hacen siempre la siguiente observación: “En muchos sitios de Europa hay unas máquinas en las que introduces el envase y te devuelven dinero”. Esto es cierto, pero lo interesante es saber por qué esto es así, qué opciones existen y si esto es aplicable o no en España. Antes de nada, debemos saber que la gestión de residuos viene motivada por un principio recogido en la legislación europea: “EL QUE CONTAMINA, PAGA”. Este principio implica que en la legislación española se deba contemplar la Responsabilidad ampliada del productor (RAP), que es una política medioambiental que responsabiliza a los productores de todo el ciclo de vida de los productos que introducen en el mercado, desde su diseño hasta el final de su vida útil (incluyendo la recogida y reciclaje de residuos). Por tanto, todos los productos susceptibles de transformarse en residuos son responsabilidad del productor que los ha fabricado, importado, distribuido, comercializado, etc. Es el productor quien asume la responsabilidad de la gestión y de la financiación de la recogida, el reciclaje y la eliminación al final de la vida útil de los RAEE, las pilas, los neumáticos, los envases, vidrio, etc. para mitigar los impactos ambientales de sus productos a lo largo de todo su ciclo de vida. Los objetivos generales abarcan: Integración de los costes medioambientales Mejora de la gestión de los residuos Reducción de la eliminación Reducción de la carga de los municipios Diseño de productos respetuosos con el medio ambiente La ley establece diferentes maneras de aplicar estar obligación de gestión, con un SCRAP (antes llamado SIG o sistema integrado de gestión) o Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor, pero también establece otras alternativas como el SDDR o Sistema de depósito devolución y retorno. Un SCRAP es un sistema complejo donde se integran diferentes actores (fabricantes, entidades gestoras, Comunidades autónomas o Ayuntamientos) con el objetivo de trasladar las obligaciones legales de los productores de recuperar, tratar y valorizar los residuos introducidos en el mercado a los Ayuntamientos a cambio de una contrapartida económica, para compensar el gasto añadido que supone. La Entidad gestora se crea para gestionar y organizar los diferentes flujos: económico, de responsabilidades y de materiales. Estas entidades SCRAP gestionan las aportaciones económicas de las empresas, están autorizadas por las comunidades autónomas y establecen convenios de colaboración con Ayuntamientos para desarrollar los sistemas de recogida selectiva y el tratamiento de residuos y son entidades sin ánimo de lucro. En el esquema de abajo, en azul está marcado el flujo de materiales y en verde el flujo económico. Los SCRAPS más conocidos son: Envases ligeros-Ecoembes, Envases de vidrio-Ecovidrio, Pilas y acumuladores-Ecopilas, Bombillas y fluorescentes-Ambilamp, Aparatos eléctricos y electrónico-OFIRAEE, Medicamentos-SIGRE, Neumáticos-Signus, aceite usado-Sigaus. El Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) es un sistema de gestión de envases usados en el que el consumidor, al comprar un producto envasado, deja un depósito o fianza, una cantidad de dinero adicional al precio del producto envasado, generalmente de algunos céntimos de euro, que recupera al devolver el envase vacío en el mismo establecimiento, en otro distinto o en un lugar específico a veces llamado «centro de reciclado», «centro de devolución». Estos sistemas SSDR generalmente se aplican a botellas y latas de plástico y envases de bebidas. El objetivo final de estas iniciativas a nivel nacional es motivar a los consumidores a través de un retorno para que devuelvan el embalaje a la tienda/punto de recolección para garantizar un reciclaje adecuado y aumentar las tasas de reciclaje. Los esquemas de SSDR generalmente son operados por gobiernos, eventualmente, organismos independientes formados por los mayores productores, que supervisan el proceso desde el principio hasta el final. El sistema de depósito es semejante al proceso de “devolución de casco” que durante el siglo XX se realizaba por todo el país. ¿SCRAP o SDDR? Una vez conocidos cómo funcionan ambos sistemas podemos concluir que ambos sistemas bien implantados y ejecutados pueden conseguir grandes beneficios medioambientales por la recuperación de materiales. No se trata de utilizar uno u otro excluyentemente, pueden convivir e incluso ser complementarios cuando se piensa en primer lugar en la eficiencia del sistema y en la reducción de la contaminación generada por el abandono de residuos. Lo que se debe tomar en consideración es, si para determinados flujos de residuos los SDDR serían factibles. España prácticamente no tiene implantados SDDR por lo que es importante que estos sistemas empiecen a funcionar si queremos alcanzar los porcentajes de reciclado que marca la ley y lo que es más importante, tener un país saludable medioambientalmente. Puedes aprender todo esto y más con nuestros certificados de profesionalidad. Accede aquí a nuestra web y podrás ver toda nuestra oferta formativa GRATUITA. Carmen Vázquez Docente de CDM

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