Antes del verano finalizamos un curso de Producción Fotográfica (IMST0109). Se trata de un curso bastante extenso en el que se trata la fotografía de una manera muy sistémica, desde la teoría fotográfica más básica hasta la organización de una producción o el desarrollo de un proyecto.
Se trata fundamentalmente de fotografía digital, aunque vemos parte del laboratorio a través de prácticas como cámaras estenopeicas, o también diferentes tipos de cámaras y formatos. Al igual que en Producción en Laboratorio de Imagen, realizamos excursiones y salidas culturales y prácticas. Vemos diferentes disciplinas fotográficas como el bodegón, el retrato, el reportaje, etc.
Siempre, en mis cursos, trato de anteponer la práctica a la teoría, ya que es la forma en la que mejor fluye el aprendizaje, tanto para los alumnos como para mí mismo. En este caso, todos ejercieron diferentes roles dentro del mundo de la producción, viendo las diferentes funciones de cada uno, y en la medida de lo posible aprendiendo la disciplina de la puntualidad o el trabajo en equipo.
Este año, los alumnos han trabajado de una manera muy profesional, y han acabado con un gran número de imágenes con un acabado excelente, pero más que eso, con la autonomía de poder resolver cualquier problema a la hora de ponerse a trabajar.
Al finalizar el curso, descubrieron las maneras de conservar y restaurar fotografías, en este caso, auténticas placas de colodión húmedo y bromuro de plata con 100 años de antigüedad, que han digitalizado e incluso coloreado a través de programas como Lightroom o Photoshop.
De nuevo, como cada curso, éste ha finalizado y sigo teniendo la sensación de que he aprendido una serie de impagables lecciones tanto fotográficas como humanas, y a los alumnos, les deseo la mejor de las suertes, aunque estoy seguro de que no les hará falta.